Autora Azucena Rivillas
Yo también me he sentido a veces como Pepi y como Marta y María, esta poesía la escribí cuando estaba profundamente enferma con la fibromialgia y la fatiga crónica, hoy despues de seis años que la escribí puedo decir que Dios me sano y aquello quedo como una sombra en mi vida, pero verdaderamente me doy cuenta la compañia tan tremenda que tenía de nuestro Señor y como El me acompaño por valles de sombra y muerte y me dió las fuerzas para seguir esperando en sus promesas.
Si NO TUVIESE A MI CRISTO
Si no tuviese a mi Cristo
mi alma se secaría
mi vida como la niebla
igual se disiparía.
Si no tuviese a mi Cristo
sin rumbo caminaría
y las piedras y el polvo
del camino me ahogarían.
Si no tuviese a mi Cristo
de rodillas yo andaría
y ni mi fuerza ni orgullo
levantarme a mi podrían.
Si no tuviese a mi Cristo
los problemas crecerían,
me quitarían el gozo,
no encontraría salidas.
Pero yo tengo a mi Cristo
y mi vida es prosperada,
si caigo El me levanta,
si desmayo el me abraza
y si mis fuerzas se agotan
con mi carga El se carga.
Pero yo tengo a mi Cristo
mi lumbrera es su Palabra,
mi camino es su camino,
su amor me da dulce calma.
A. Rivillas
SOLICITUD ESTUDIOS BIBLICOS
- Evangelio de Juan
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lunes, 25 de enero de 2010
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