Obediencia-Azucena Rivillas
Dos mil años han pasado
cuando subiste a la cruz,
tu costado transpasaron
y tus manos las clavaron
al madero mi Señor,
y una corona de espinas
pusieron al Salvador.
Gritaban
-¡Te salve Dios!-
y tú callado esperabas
de tu Padre celestial,
El que su rostro volvía
para poderte dejar clavar.
El Padre cambió después
la cruz por un trono santo,
tus clavos por almas limpias,
tus azotes por los cantos
y alabanzas de tus santos,
Tu sangre allí derramada
por un gran mar de cristal,
por miles de almas salvadas
que con Cristo moraran,
y tu muerte Dios cambió
por vida en abundancia
por la salvación eterna,
por una gran esperanza
para todo el que crea
que Cristo por él murió,
que Cristo subió a la cruz
solamente por amor
y por ser Hijo de Dios.
SOLICITUD ESTUDIOS BIBLICOS
- Evangelio de Juan
- Romanos
- Galatas
- Tesalonicenses
- Epistolas de Juan
- Salmos Mesianicos
- aguaviva.arganda@live.com
lunes, 9 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario